Esta es, posiblemente, la mejor tarta de queso que he comido nunca. Y no hablo solo de mi, sino del resto de personas que la han probado: está simplemente BRU-TAL... y sabéis que cuando digo eso, algo de razón tengo... igual que con los paquetitos de pasta filo... en el momento que una porción de esta tarta entra en tu boca, empieza el estallido de sensaciones de sabor... ¡mmm! Pero además, es de las que luego recuerdas, y te recuerdan (para que la vuelvas a llevar) así que, esta receta hay que compartirla.
Y bueno, dejémosnos de descripciones poéticas y vayamos al grano: Esta es la receta que hice para el 60 cumple de mi madre (no sé si cuando lo lea me mata pero bueno, creo que no es un secreto). Igual que cuando hice la tarta crumble de pera para mi padre busqué una tarta especial, quería que la de mi madre también lo fuera. La verdad es que en este caso no lo tenía tan difícil para elegir: mi amiga Alicia había hecho esta tarta hace un par de meses y me dijo que era espectacular y que todos los que la habían probado coincidían en que era la mejor tarta de queso del mundo mundial... y como en mi casa son muy fans de la tarta de queso y además pienso que es una tarta bastante fresquita y que apetece con estos calores (otra cosa es que sea ligera, que va a ser que no), pues dije: decidido, esta será la tarta del cumple de mi madre... así que desde aquí: ¡FELICIDADES MAMÁ! oootra vez... aunque esta entrada tendría que haber salido hace meses, que su cumple es en mayo jajaja.
Ah, ¿y cuál es el secreto de esta tarta? A parte de sus ingredientes, que, con todo lo que lleva, no puede estar nada más que no sea buenísima, el secreto es el horno lento y el batido perfecto de todos sus ingredientes poco a poco: eso es lo que hace que quede tan sumamente esponjosa... una delicia para los sentidos, de verdad.
No quiero dejar pasar esta entrada sin contaros que mi amiga Alicia, la misma que me ha dado esta receta, o la receta de cookies o la de las peanut blossom cookies, o la que me da a probar muchas de las cosas que hace (soy uno de sus afortunados conejillos de indias), ha abierto su blog hace poco: Alicia Bakes for You. Así que os invito a pasaros porque no solo es una excelente repostera y un crack decorando galletas, sino que además hace unos montajes y unas decoraciones de mesas dulces que son la envidia de muchos restaurantes de bodas. Espero que os gusten sus creaciones tanto como a mí.
Y ahora ya, vamos al queso:
Notas previas
- Dificultad: poca, pero es un poco laboriosa.
- Tiempo de preparación: una media hora " de manos" el primer tiempo, casi 2h de horno, enfriarla toda la noche y al día siguiente otros 15-20 min.
- ¿Para cuántos?: salen 12 raciones sin ningún problema, es bastante contundente.
- ¿Para cuándo? Definitivamente, para una celebración.
Ingredientes (para un molde de 25 cm)
Para la base
- 400 g digestive (o 200g)
- 100g de mantequilla derretida ( o 50g)*
Para la parte de queso horneada
- 800g de queso de untar tipo philadelphia
- 225g de azúcar
- 50g de maizena tamizada
- 250g de nata de montar
- 2 huevos
- 1 cucharada sopera (tbsp) de vainilla (yo uso la pura de Madagascar)
Para el frosting
- 250 g de nata
- 250g de mascarpone
- 60g de azúcar glass
- 1 cucharada sopera (tbsp) de vainilla
- 200 g de fresas (aprox) o frutas del bosque (frescas) variadas
Preparación
La base
0. Precalentar el horno a 125ºC y forrar la base del molde (a ser posible desmoldable) con un papel de horno (para que luego sea más fácil de desmoldar) y engrasar las paredes del molde con un poco de mantequilla o aceite vegetal.
1. Introducir las galletas en el vaso, posición vaso cerrado y darle unos golpes de turbo hasta hacerlas polvo o 10 seg V5-7-10). Si no tenéis TM, ponerlas en una bolsa y darles golpes sobre el banco o (mejor, menos cavernícola), con la maza del mortero sin romper la bolsa.
2. Agregar la mantequilla previamente derretida y mezclar todo 30 seg V 3y 1/2.**
3. Volcar la mezcla de galletas y mantequilla sobre el molde (previamente forrado y engrasado) y apretarlo bien en el fondo (con el dorso de una cuchara o con el cubilete de la TM) para formar una base compacta. Meter en la nevera o congelador mientras seguimos.
La parte de queso horneada
4. En un cuenco poner el queso de untar y el azúcar y batirlo (con varillas) hasta que el azúcar se haya disuelto.
5 .Lentamente añadir los huevos, de uno en uno: no añadir el segundo hasta que el primero esté totalmente integrado. De vez en cuando, recoger los restos de "batido" de los bordes para asegurarse que todo queda integrado.
6. Sin parar de batir, añadir la maizena tamizada lentamente y batirla para que se integre en la mezcla.
7. Seguir batiendo y añadir la nata y la vainilla. Batir hasta que esté totalmente integrado.
8. Verter la mezcla sobre la base de galletas (que está refrigerándose) y hornear durante 1h20 min o hasta que el centro esté un poco tembloroso y la parte superior ya no dé aspecto de húmeda o brillante (yo lo tuve 1h40min, fui pinchando cada 10 min, a partir de 1h20m hasta que la aguja no salía limpia del todo pero al menos no estaba "pastosa").
9. Abrir la puerta del horno y dejarla entre abierta durante unos 10 min. Luego, sacar la tarta del horno y dejarla enfriar dentro del molde durante 1h.
10. Refrigerar durante toda la noche.
11. Con la tarta fría y "sólida" desmoldar haciéndola girar como si fuera una tortilla, es decir, poniéndola boca abajo y luego darle la vuelta de nuevo dejándola ya sobre el plato o fuente sobre el que se vaya a servir. Si la habéis horneado bien, esto no tiene que dar ningún problema... eso si, cuidado no se os resbale el molde de las manos que yo partí un plato y me llevé un moratón... peeeero: salvé la tarta (intacta) jajaja.
El frosting
12. Poner la nata en un cuenco (con todas las recomendaciones habituales para la montar nata) y montarla con una batidora de varillas hasta que esté totalmente montada (cuando haga picos). Añadir entonces el mascarpone, la vainilla y el azúcar glass e integrarlo suavemente con movimientos envolventes.
Montaje
13. Extender el frosting sobre la base de queso horneada (y fría) de manera irregular: con una espátula, darle hacia los lados para que vaya quedando como una espuma.***
14. Poner por encima las fresas o los frutos del bosque y mantener refrigerada hasta que se vaya a comer.
15. Justo antes de sacar a la mesa, espolvorear con un poco de azúcar glass.
Y listo: sacarla a la mesa y a triunfar.
Notas
- * ¿por qué hay dos cantidades de galletas y mantequilla? Porque el libro recomienda la que os pongo en primer lugar (400g y 100g) pero la verdad es que se queda una base bastante gorda (buenísima por cierto) pero no hace falta tanto, por lo que podéis poner la mitad si queréis.
- **Para saber si la masa tiene suficiente mantequilla (ya que esto va a depender, por ejemplo, de la marca de galletas que compremos), hay que hacer la prueba: coger un poco de masa e intentar hacer una bola con la mano (cerrando el puño con la masa dentro) y al abrir la mano, la "bola" se tiene que aguantar, pero al empujarla un poco con un dedo de la otra mano, se ha de desmigar. Si esto ocurre, la cantidad galleta-mantequilla es perfecta, si no ocurriera y la "bola" no se mantiene desde el principio, sino que se desmorona, hay que añadir un poco de mantequillla. Si por el contrario, cuando haces la bola, se queda como "cementada e indestructible", hay que añadir algunas galletas más para que se quede un poco más "suelta".
-*** ¿Es muy difícil darle "gracia" a la hora de extender el frosting? No, nada, si lo hago yo medianamente decente, todos podéis.
- Es una tarta que entre unas cosas y otras, se tarda de hacer ¿Vale la pena? Efectivamente: sí. Desde luego, hay que hacerla cuando tengáis tiempo y ganas, pero ni es especialmente difícil ni especialmente laboriosa, lo que pasa es que lleva bastante tiempo de horno y parece que muchos pasos, pero de verdad, hacedla y no os arrepentiréis.