Tarta Guiness

Aquí tenemos a la segunda de las elegidas para celebrar mi 30 cumpleaños.

Esta es otra tarta que mi hermano y MªJosé habían hecho y que, aunque sólo fuera por su presencia, ya decían que valía la pena hacer, pero si además después la probabas, enamoramiento seguro.

La verdad es que la tenía en pendientes pero al mismo tiempo se me había olvidado, y cuando en el grupo de facebook pedí ayuda para seleccionar tartas, Vicky me recordó la Guiness, así que fue como un flechazo, no había duda, la Guiness iba a estar entre las elegidas para la celebración.

Y aquí la tenéis.

Efectivamente, es un bizcocho sumamente esponjoso, de un color negro que enamora. La presentación, si consigues que quede bien, es de película americana y sobre todo, su sabor a cacao, es buenísimo. Si tenéis a chocolateros entre los invitados, es éxito asegurado.

A mí me pareció un postre perfecto, pero eso sí, no es apto para gente a dieta ni diabéticos. No quiero engañar a nadie, lleva más de medio kilo de azúcar. De todos modos, el tamaño de la tarta es importante, así que siempre podéis pensar que se reparte el azúcar entre todas las raciones.

Esta es una de las pocas veces en que he hecho una receta casi sin cambiar nada. Sólo hubo un cambio y fue por necesidad del guión: la nata del frosting, puse un poco menos porque no me quedaba más.

Os dejo la receta que vi en Velocidad Cuchara. Me queda mucho camino para llegar  a hacer las fotos de Rosa, pero vamos mejorando.

Ingredientes

Para el bizcocho

• 250g de harina de repostería o de trigo normal
• 75g de cacao en polvo Valor
• 400gr de azúcar
• 2 cucharaditas y media de bicarbonato
• 250g de cerveza negra Guinness (usé la de lata)
• 250g de mantequilla a temperatura ambiente
• 140gr de nata liquida para montar
• 2 huevos
• 1 cucharadita de vainilla líquida

Para el frosting

• 300g queso de untar
• 150g de azúcar glass
• 290g nata líquida para montar fría (y meterla 10 min antes de montarla al congelador)

Preparación

Bizcocho

0. Precalentar el horno 180ºC.

1. Verter en el vaso la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato. Mezclar 15 seg V5. Reservar.

2. Poner en el vaso la cerveza y la mantequilla. Mezclar 3 min 50º, V2. Se alcanza la temperatura casi al final del tiempo.

3. Añadir a la mezcla anterior la nata, vainilla y huevos. Batir 25 seg V2 y 1/2.

4. Programar V3 sin tiempo ni temperatura e ir añadiendo por el bocal la mezcla de harina, azúcar y bicarbonato hasta que se vea que está bien mezclada.

5. Verter en un molde previamente engrasado o forrado con papel de hornear (que facilita el desmoldado). Hornear a 180º durante unos 50 minutos aprox. A partir de los 30 minutos podéis abrir el horno si es necesario comprobar el estado del bizcocho. Cuando pinchéis con un palillo y salga limpio, o un poco húmedo, es que ya está.

6. Dejar el horno con la puerta entreabierta un rato y luego sacar a una zona templada y sin corrientes. Dejar enfriar unas horas.

Frosting

7. Echar el azúcar y hazlo glas (si no lo está ya) 30 seg V5-7-10, hasta que salga polvillo blanco por le lateral del cubilete.

8. Programar V3, sin tiempo ni temperatura e ir agregando el queso de untar por el bocal. Reservar.

9. Poner la mariposa en las cuchillas y echar la nata muy fría. Montar en velocidad 3 y 1/2 sin programar tiempo. Hay que estar muy pendiente de la máquina. Yo la tuve medio minuto, la paré, recoloqué la nata cerca de la mariposa, y volvi a batir, tardó unos 25 segundos más. Podemos estar al lado de la máquina y observando por el bocal y escuchando el ruido. Cuando veamos que cambia el ruido y la textura, paramos. Si ya está, la sacamos, sino, otros segundos más. Cuidado que si os pasáis tendréis una mantequilla estupenda pero inservible para la receta.

10. Unir la nata montada y la mezcla de azúcar glas con queso de untar con movimientos envolventes con la espátula.

11. Irlo colocando sobre el bizcocho a modo de la espuma de la cerveza Guiness.

Como os he dicho, el bizcocho es perfecto, el sabor intenso pero no empalagoso, no se nota el azúcar que lleva y, por supuesto, no sabe a cerveza.

Otro tanto a su favor es que, salvo el tiempo de horneado y enfriado, requiere muy poco tiempo de manos.

Animaos, que no os defraudará.