Ésta es la historia de unas magdalenas que hice por casualidad. Tarde de sábado, toda la semana constipada, dolor de cabeza... resultado: imposible hacer nada que requiera pensar. Necesito dulce... ¡oooooh! ¡no me queda nada! Ni magdalenas en el congelador ni galletas en la fiambrera... y pienso... da igual, lo hago mañana, y en eso, mi querida amiga Ana me manda que ha hecho una tanda de cookies con la receta de Alicia y que han volado... a mí me entran las ansias (más) chocolatosas y en un pensat i fet, me levanto del letargo, saco la batidora de varillas (para las cookies) y preparo la TM y enciendo el horno. Aunque me había prometido a mí misma que las próximas muffins iban a ser de chocolate, hacer las cookies con choco y los muffins de choco me parecía un exceso, así que busqué entre mis recetas "ligeras" de magdalenas y me encontré éstas: perfectas para compensar los excesos y además tenía de todo.
Me encantan los arándanos y me encanta la avena, por eso desde que los descubrí siempre tengo esos ingredientes en casa... y estas magdalenas saben justo a eso. Por eso, aunque a mí me han gustado mucho, sí que recomiendo que si no os gustan esos ingredientes, no las hagáis, porque tienen todo el toque de los copos de avena y luego el punto ácido de los arándanos hidratados con la masa que están... mmmm, buenísimos.
Ah, y un consejo, mucho más buenas de un día para otro, ya que recién hechas les falta un poco de sabor mientras que pasadas unas 12 h se asientan y potencian todos los sabores.
Vamos a por ellas
Antes de empezar
- Dificultad: ninguna
- Tiempo de preparación: menos de 1h horneado incluído
- Para cuántos: salen unas 12-14 y para merendar, más de 2 por cabeza me parece excesivo.
- Para cuándo: para un desayuno o merienda son perfectas... para después de cenar igual os da un mal (KO técnico por empachamiento), que salen gorditas y densas.
Ingredientes
- 140g de harina de trigo
- 1 sobre de levadura química
- 115g de azúcar moreno
- 140g de copos de avena
- 85-100g de arándanos rojos deshidratados
- 2 huevos L
- 270g de buttermilk: 250g de leche a temperatura ambiente y 20g de zumo de limón.
- 70g de aceite de girasol
- 1 cucharadita (tsp) de pasta de vainilla pura o 1 cucharada (tbsp) de aroma de vainilla
Preparación
0. Precalentar el horno a 180ºC y preparar 12-14 cápsulas de papel de magdalena sobre un molde rígido o flaneras.
1. Preparar el buttermilk: poner los 250g de leche en una jarrita y verter el zumo de limón. Remover y dejar reposar. Si la leche está a temp ambiente, se hace casi de inmediato, si está fría hay que esperar unos 10 min.
2. Pesar la harina, el azúcar, la levadura, los copos de avena y los arándanos en un cuenco grande. Remover suavemente con una cuchara hasta que estén todos bien mezclados (se sabe porque el azúcar moreno estará repartido por todas partes).
3. Echar los huevos en el vaso de la TM y batir 5 seg V 3 1/2.
4. Verter encima de los huevos el buttermilk reposado, el aceite y la vainilla. Batir otros 5 seg V3 1/2.
5. Sobre la mezcla de líquidos, verter la mezcla de sólidos, envolver un poco con la espátula y batir 4 seg giro izq, V 3 1/3, para que esté mezclada sin estar demasiado trabajada.
6. Pasar la mezcla a una manga pastelera o a un dosificador de masas (si lo tenéis) o sino, con cuidado, llenar las cápsulas de papel. Pueden llenarse las cápsulas casi hasta arriba porque como véis, no sube mucho.
7. Hornear a 180ºC, calor arriba y abajo, poniendo las magdalenas en el segundo nivel empezando por bajo durante 16 min (en mi horno) o hasta que veáis que han subido, están doraditas y al pinchar con un palillo sale seco (aunque como os digo, yo siempre las dejo con un pelín de humedad).
8. Sacar del horno y dejar el molde sobre una rejilla durante 5 min. Luego, desmoldarlas y dejarlas enfriar totalmente sobre la rejilla. Como os digo, mucho mejor de un día para otro.
Notas
- son tan fáciles que no creo que haya problemas.
- si queréis hacerlas sin TM es tan sencillo como batir suavemente los ingredientes líquidos por un lado (primero los huevos y luego añadir el resto), pesar y mezclar los ingredientes secos y ponerlos en un cuenco grande. Hacer un agujero en el centro de los ingredientes secos (como un volcán) y verter ahí los líquidos e ir integrando removiendo con una cuchara.
- el tema de la buttermilk ¿es difícil? No, como ya os expliqué en los muffins especiales con chocolate, simplemente es mezclar la leche y el limón y dejar reposar. He observado que si la leche está a temperatura ambiente el cambio de textura es casi inmediato, así que si podéis abrir un brick nuevo, os ahorráis el tiempo de espera.
- ¿saben a arándanos? Sí, buenísimas. ¿saben a avena? Sí, me encanta... sé que os lo he dicho en la introducción pero por si acaso alguien no se lo lee... avisados estáis, si os gustan estos ingredientes, éxito seguro. Entre el azúcar de caña y la avena tienen un toque como integral... ¡muy ricas!
- si se os han antojado y queréis hacerlas para comer para ya, os recomiendo que pongáis más azúcar para potenciar el sabor: en vez de 115 poned 150g de moreno. Sino, ya os digo, con hacerlas por la noche para comer por la mañana, o hacerlas por la mañana para comer por la noche, suficiente.
Espero que os gusten y que pasen a formar parte de vuestro fondo de congelador.
Fuente: 1 masa, 100 muffins.