Bizcocho cebra con mascarpone

No sé si os ha pasado, pero en todas las ferias medievales tienen bizcochos bicolores en sus escaparates… y yo siempre pensaba, ¿cómo harán eso?...  hasta que tuve la bicha claro! Ahí empecé a ver que mucha gente lo hacía y era tan sencillo como separar las masas y a una de las dos añadirle cacao. El tema del cebreado es lo único que es un poco más laborioso, pero bueno, en total no se tarda ni media hora.

Entre los blogs que sigo está el de Merche, Cocinar con recetas, y cuando vi que publicaba este bizcocho cebra, pero que entre sus ingredientes llevaba mascarpone, pensé que éste era el bizcocho perfecto para empezar con las cebras, así que, aquí os lo dejo.

Yo cambié el aceite de oliva que usó ella por aceite de girasol, porque para los bizcochos, me gusta más… pero si sois reacios al aceite de girasol, podéis usar uno de oliva de sabor suave.

Ingredientes

• 4 huevos
• 150 gr de azúcar
• 300 gr de queso Mascarpone*
• 150 gr de aceite de girasol
• 250 gr de harina
• 1 sobre de levadura química o 1+1 papelitos de gasificante
• 1 cucharadita de extracto de Vainilla
• 3 cucharadas colmadas de Cacao puro en polvo Valor
• Azúcar glass para decorar

 Preparación

0. Precalentar el horno a 180ºC.

2. Poner la mariposa en las cuchillas, añadir el azúcar y los huevos. Batir 5 min,37º V3 ½. Cuando acabe el tiempo, batir de nuevo 5 min, V3 ½ sin temperatura.

3. Añadir el queso, el aceite y el extracto de vainilla, batir 30 seg V3.

4. Programar V3 e ir agregando por el bocal,  a cucharadas, la harina tamizada con la levadura hasta que la mezcla quede homogénea.

5. Sacar la mitad de la masa a un recipiente. A la mitad que queda en el vaso añadirle el cacao y mezclar 20 seg V3. Acabar de mezclar con la espátula suavemente si fuese necesario.

¿Cómo se consigue el cebreado?

Engrasar el molde que vayamos a usar o recubrirlo con un papel de hornear.

Con las dos mezclas preparadas (la blanca y la negra), vamos poniendo en el centro del molde, alternativamente, una cucharada de cada color, de manera que la siguiente cucharada la pongamos encima de la anterior. Así hasta que agotemos las dos masas. Parece muy laborioso pero no se tarda tanto. 

Si se nos desplazara el “centro” por el molde, lo “perseguimos” con las sucesivas cucharadas. Esto os pasará (como a mí) si no os dáis cuenta y estáis en una superficie desnivelada. No pasa nada, el cebreado quedará de todos modos.

Cuando ya tengamos agotadas las dos mezclas, hornear durante 30-40 min, comprobando que el palillo con el que pinchemos salga limpio o casi (a mí me gusta dejarlas con un poco de humedad para que luego con el propio calor residual se terminen de cocer, así quedan más jugosas).

Dejar dentro del horno pero con la puerta entreabierta un rato (una media hora). Luego sacamos del horno para que se enfríe el bizcocho. Una vez frío (o tibio), dedmoldar. Si hemos puesto papel vegetal en el molde, se puede desmoldar en caliente (aunque no recién sacada).

Decorar con azúcar glass.

Es un bizcocho muy rápido y fácil de hacer, y la presentación al cortarlo, me encanta. Una cosa muy buena es que es perfectamente transportable. Solo necesitas un plato del tamaño de tu molde. Ni el frío ni el calor le afectan… así que con estos calores ¡es perfecto!

  

Lo que no se me puede olvidar con este bizcocho es dar las gracias por partida doble.
En primer lugar, al grupo de facebook por su rápida asistencia online cuando me dí cuenta que no tenía levadura Royal. Pedí auxilio para ver si podía usar los gasificantes de papelito, y ahí estaban para responder. ¡Mejor que el servicio de urgencias 24h!

Y en segundo lugar, cómo no, a mi profe de inglés, que a una semana del examen y viendo los nervios que tenía encima, nos invitó a Borja y a mí a su casa para ayudarme con las últimas dudas antes del examen. Y además, pese a no saber cocinar... ¡jolin qué bien comimos! ¡Gracias guapa! ;). Llevé el bizcochito de postre, y como sobró, nos lo repartimos para desayunar al día siguiente.

*Nota: no lo he probado pero como ya me lo han preguntado alguna vez, yo os pongo lo que haría: yo opino que no es necesario que sea mascarpone. La gracia del mascarpone es que es un queso cremoso y graso, pero si no tenéis yo creo que no habrá ningún problema en sustituirlo yogur griego o incluso nata (el queso de untar ya lo han probado y parece ser que hace la masa demasiado densa y no se "deja" hacer el cebreado). Como mucho cambiará la textura (un poco más húmedo o un poco más seco) pero el bizcocho os saldrá bien casi seguro.