Galletas de avena, nueces y más cosas

Os he dicho que me gustan las galletas, ¿no?
Mi madre siempre me dice que soy un poco monotema, que cuando cojo una cosa, no la suelto... y eso me está pasando ahora con las galletas... pero es que la verdad es que cuando tienes una intolerancia alimentaria y te pones a hacer cosas caseras, por necesidad, luego resulta que ya no hay quien se coma las cosas industriales, y eso es lo que me está pasando con las galletas.
Me siguen gustando mucho las napolitanas (esas galletitas finitas con canela que venden) y son las únicas que sigo comprando, pero como tener algo casero, nada. Y yo, que siempre tengo de fondo de despensa unas básicas de mantequilla y cacao, me he encontrado que esta semana ¡no me queda de nada! así que lo siento, pero vuelven a tocar galletas.
De todos modos, cuando leáis los ingredientes de la receta, y sobre todo, cuando las probéis, veréis como no os sabe mal que esté en fase galletera, además, son muy útiles para hacer detallitos en Navidad a esos profes del cole de los niños, a esos amigos que querrías regalarles un jet privado por los majos que son pero solo te llega para galletas, a esos familiares deseosos de recibir dulces caseros porque están hartos de las galletas de lata y siempre iguales... en fin, que sino os las queréis comer todas para merendar, tenéis mil opciones para regalar.

Vamos al tema galletil

Ingredientes

• 125g de mantequilla fría
• 125g de azúcar blanco
• 105g de azúcar moreno
• 1 huevo L ligeramente batido
• 125g de harina
• 1/4 de tsp (cucharadita) de bicarbonato
• 1/4 de tsp (cucharadita) de canela
• 1/4 de tsp (cucharadita) de nuez moscada
• 1/4 de tsp (cucharadita) de sal
• 140g de copos de avena
• 50g de nueces troceadas (a mano o con un golpe de turbo antes de empezar)

Preparación

1. Poner en el vaso la harina, el bicarbonato, la canela, la nuez moscada y la sal y batir 5seg V6. Reservar rebañando bien con la espátula para que no queden restos en el vaso.

2. Poner la mantequilla a trozos en el vaso y batir 1 min V3. Parar la máquina y recolocar la mantequilla sobre las cuchillas.

3. Poner la máquina en V1 sin tiempo ni temperatura e ir añadiendo, por el bocal, los dos azúcares mezclados. Al acabar programar 30 seg V3.  Parar la máquina y recolocar la mezcla sobre las cuchillas.

4. Programar 1 min V3.   Parar la máquina y recolocar la mezcla sobre las cuchillas. Volver a programar 1 min V3 y cuando falten unos 20 seg, añadir el huevo y la vainilla por el vocal.   Parar la máquina y recolocar la mezcla sobre las cuchillas.

5. Poner la máquina en V3 y añadir a cucharadas y por el bocal, la mezcla de harina reservada. Cuando ya esté añadira (unos 30 seg), programar otros 30 seg V3.   Parar la máquina y recolocar la mezcla sobre las cuchillas.

6. Echar la avena y las nueces troceadas y mezclar 20 seg, giro izq, V3. Acabar de mezclarlo todo con la espátula.

7. Pasar la masa a un cuenco (habéis visto qué color taaaan bonito tiene :s) y taparla con un film para dejarla reposar en la nevera durante 1h.

8. Precalentar el horno a 180ºC.

9. Preparar 3 bandejas forradas con papel vegetal e ir colocando bolas de masa (con dos cucharas de postre, como las croquetas, pero más pequeñas, o con el dosificador de masa) separadas unos 5 cm unas de otras. Máximo 16 por bandeja de horno y de pequeño tamaño, sino, se os juntarán y tendréis una megagalleta.*

10. Opcional:  con una espátula metálica (si no tenéis, no os preocupéis, que seguro que el cuchillo cebollero os hace la misma función aunque sea más peligroso), aplanar ligeramente las bolas de masa hasta que queden de 9 mm de grueso (aproximadamente, un dedo, ¡pero en horizontal!). **

11. Hornear durante 10-12 min con el horno precalentado a 180ºC (mirar en la foto cómo se extiende la masa).***

12. Pasar a enfriar sobre una rejilla y listas para comer, repartir, empaquetar o ¡lo que queráis!

Notas:

- *Insisto en el tema de poner la masa repartida entre 3 bandejas, a razón de 12-16 galletas por bandeja. Son unas galletas que se extienden mucho así que si ponéis más galletas se os juntarán todas. Vale la pena poner 3 tandas de horno que no 2 y que se queden horribles... digo yo, vamos.

- ** El tema de aplastarlas con la espátula o no, es cosa vuestra: me parece un paso un poco incómodo porque la masa se pega a la espátula así que la primera bandeja las hice aplastándolas y la segunda sin aplastar. Yo creo que no hay diferencia en cómo queda la galleta así que yo os diría que no lo hicierais, pero os lo pongo porque la receta es así, para que no me digan que yo oculto información.

- ***La primera tanda tarda siempre un poco más en hornear, pero en la segunda y la tercera, no le quitéis el ojo a partir del minuto 8 o 9 (al menos en mi horno).

- Para conservarlas y que no se pongan blandas ni se peguen, guardarlas en una caja metálica o fiambrera intercalando papel vegetal (el mismo de hornear) en medio. Así aguantan bastante tiempo (si no os las habéis comido antes, claro está)

Y ya está, yo creo que no hay más dudas o notas.

De verdad, hacerlas porque están espectaculares, hasta recién salidas del horno. No son las primeras que hago de avena (aunque sí que publico) y es que ese ingrediente le da un toque delicioso.

Fuente: The Williams-Sonoma Baking Book Cookbook (y esta vez no le he cambiado nada a la receta... bueno, solo he puesto un pelín más de canela ¡porque me encanta!)

Por cierto, no me puedo ir sin deciros dos cosas

- Lo primero, un millón de gracias a todos los seguidores que se han animado a votar en los premios Bitácoras y que, sin haberlo pedido, habéis dejado vuestro granito de arena para que esta pequeña cocina llegue a un puesto que, aunque es de la cola de la lista, no puede dejar de llenarme de orgullo y satisfacción (jajaja, es que esa frase mola mucho) porque es una lista ¡de toda España!, así que de verdad, gracias porque no sabéis la ilusión que hace que os acordéis del blog.

- Por otro lado, quería deciros que de un tiempo a esta parte estoy un poco agobiada con el tema del "calendario": los miércoles editar la receta de Amara y los sábados la mía pase lo que pase, caiga quien caiga y esté donde esté. Entonces me hace pensar: Marta, vamos a ver si nos aclaramos: el blog es una cosa que cree para disfrutar de la cocina y para compartir recetas y desvaríos con quien quisiera; en un momento dado tuve mis primeros colaboradores (Alex y Mónica, ¡que no me olvido de vosotros!) y luego se unió Amara al club de los domingueros de manera habitual... pero el hecho de haber fijado días para publicar, para mí hace que la cosa sea menos natural... entonces, en el momento en que se convierte en una obligación es cuando creo que hay que plantearse las cosas.

Ahora mismo, el tener una obligación creo que es lo que hace que lo vea de otra manera, y como no quiero que eso siga pasando ni avanzando, simplemente voy a dejar que el libre albedrío y la propia organización del día a día sean los que determinen cuándo voy a publicar. ¿Qué os parece? A mi me parece una idea estupenda jajaja y a vosotros espero que también os lo parezca, y sino, al menos, que lo entendáis. Así que nada, aquí os dejo con las dos notas al pie de la receta y ¡que disfrutéis de las galletas!