Proyecto carrot cupcake

Después de unos días de sequía por agobio laboral (y lo que te rondaré, morena), quiero dejaros una entrada muy especial.

Es especial porque son mis primeros cupcakes, o proyecto de cupcakes (porque perfectos, lo que se dice perfectos, no quedaron) y también es especial porque se lo llevé como detalle para la merienda a las chicas del grupo de Facebook... y ya os digo, que aunque estéticamente no dieron el 100% de su rendimiento, de sabor quedé muy contenta, me hacía ilusión llevárselas y me consta que superaron la prueba de niñ@s! Así que esta entrada va dedicada a ellas y, por supuesto, a las niñas de Raquel ;).

La receta es la misma que la Carrot Cake (o tarta de zanahoria), simplemente cambia el frosting (que lo vi en Las Cosas de Ana), el molde  y el horneado.

Ingredientes

Para el bizcocho

• 280g de zanahorias peladas (390g sin pelar)
• 3 rodajas de piña en su jugo escurridas (pero sin apretarlas)
• 55g de almendras
• 50g de galletas de canela (Napolitanas de Cuétara o Hacendado)
• 230g de harina de repostería (la de trigo normal)
• Una cucharadita de levadura química (royal)
• Media cucharadita de bicarbonato
• Una pizca de sal
• 50g de azúcar moreno
• 1 cucharadita de canela
• 5 huevos
• 150g de azúcar
• 100g de aceite de girasol (a mí los bizcochos me gustan más con éste)
• 10g de licor: yo le puse brandy 

Para el frosting

• una tarrina de queso mascarpone (250g)
• 4 cucharadas soperas colmadas de azúcar glass (al gusto)
• crocanti de almendras para decorar
• azúcar de colores (opcional)

Preparación

El bizcocho

0. Precalentar el horno a 180ºC.

1. Preparar la masa de la misma manera que la carrot cake.

2. Una vez tengamos la masa, rellenar los moldes de magdalenas que vayamos a usar hasta 1 cm por debajo del borde. Yo usé 3 sistemas:

• moldes de magdalena bajitos encajados en un molde de flanes de silicona (las que quedaron más pegadas al papel).
• moldes de magdalena bajitos alojados en unas flaneras de cerámica (las que quedaron más bajitas pero más separadas del papel, las más monas para mi gusto).

• moldes de magdalena del Ikea alojados en el molde rígido de magdalenas del Ikea (de la misma manera que en las magdalenas saladas de calabacín y atún). En este caso y por miedo a que al ser los moldes más altos no subieran bien, las metí unos 20 min en la nevera antes de hornear, tal y como aconseja Su de Webos Fritos (un blog altamente recomendable y con unas fotografías espectaculares)... y vaya si subieron! obviamente, el truco funciona, pero si eres un novato como yo, tened cuidado que a mí, las más llenas se me desbordaron, jeje. Ahora me río, pero vaya disgusto me llevé cuando las vi desparramarse...
  

3. Hornear las magdalenas, en tandas, durante unos 15-20 min (según cada horno) cada hornada. Vigilar que suba la masa, que se queden morenitas y cuando pensemos que ya estén hechas, abrir el horno con cuidado y pinchar para comprobar que la masa esté hecha o ligeramente húmeda (se acabarán de hacer con el calor residual).

4. Dejar enfriar en un lugar templado y sacar de sus moldes rígidos pero no del papel.

El frosting o decoración

5. Poner en un cuenco todo el mascarpone e ir añadiendo cucharadas de azúcar.

6. Batir con un tenedor hasta que esté integrado e ir probando el punto de azúcar. Añadir cucharadas de azúcar hasta que esté a nuestro gusto.

7. Volcar la crema de queso en una manga pastelera con la boquilla que hayamos elegido y decorar nuestras magdalenas o cupcakes al gusto.

8. Espolvorear el crocanti de almendras y el azúcar de colores por encima (yo usé uno naranja).

9. Reservar en la nevera hasta que se vayan a consumir, sino se bajará la decoración (aguantan un transporte sin demasiado calor de 1h... más no lo puedo asegurar).

Y esto es todo.

He he de confesar que me gusta más la cobertura que le puse a la receta de la tarta (pero también hay que decir que esa tarta para mí marcó un antes y un después en los sabores, vamos que me he hecho muy exigente), pero una de las razones por las que usé esta cobertura es porque no creí que la otra, con gelatina, aguantara la decoración... igual me equivoqué, pero bueno, tampoco me arrepiento que nos las zampamos bien a gusto, hasta sin cobertura me las llevaba al trabajo para merendar... como ya os comenté con la tarta, ¡esta masa es deliciosa!

Os deseo un feliz proyecto cupcakero magdalenero para cuando os animéis.